¿Nueva burbuja inmobiliaria en España?

Nueva burbuja inmobiliaria en España

La frialdad de los números parece indicar que el sector inmobiliario empieza a dar los primeros síntomas de vida después de casi diez años.

En España, donde históricamente ha existido una correlación perfecta entre la evolución de las variables que miden la evolución del sector inmobiliario (consumo de cemento, precio del suelo, visados, escrituras, …) y el PIB nacional y el resto de variables macroeconómicas, es una buena noticia.

Y dado que lo que parece claro es que esta crisis tampoco va a servir para producir el tan deseado cambio de nuestro modelo productivo (seguimos sin inventar el Silicon Valley español), la noticia es mejor todavía.

Sin embargo, algo parece indicar que esos síntomas de vida no son exactamente los esperados. La cosa va por barrios. Hay barrios donde se puede hablar casi de burbuja, como Madrid y Barcelona y en menor medida en las zonas con demanda extranjera como Alicante, Málaga y las islas, y otros donde la recuperación inmobiliaria ni está ni se le espera.

De todo esto lo que resulta cuando se hallan las medias es que hay recuperación, sí, pero que es lenta, lo que a algunos “expertos” parece que les autoriza a, simplemente, hablar de “normalización”.

El riesgo que se corre al hablar de normalización es que queda muy bien en el plano retórico pero muy mal en todos los barrios, básicamente porque no es la realidad de ninguno de ellos.

¿Qué se está normalizando entonces?

Lo que sí que parece que se está normalizando es la polarización de mercado inmobiliario.

Y es lógico. El mercado inmobiliario está reflejando el resultado de una crisis económica que en la sociedad española ha cursado en forma de disolución de la clase media.

¿Cómo hacer entonces que la buena noticia llegue a todos para poder hablar entonces de normalización global del mercado inmobiliario en España?

Hay veces que lo mejor que se puede hacer es no hacer nada o deshacer lo que se ha hecho anteriormente que no ha dado resultados.

Sin cambio de modelo productivo, sin Silicon Valley español, pero con un sector financiero parece que más saneado que el que dejamos en 2007 y eliminadas las ayudas fiscales a la compra de vivienda, tal vez sea oportuno ya que se eliminen los frenos que se introdujeron y así ayudar a un sector que, a la vista de las noticias, cuando mejora se presenta como un logro por parte de cualquier gobernante.

¿Ha llegado el momento de deshacer la medida que entró en vigor el 1 de enero de 2013 y que incrementaba el IVA aplicado a la compra de vivienda?

¿Ayudaría su retorno nuevamente al 4%, desde el 10% actual, a hacer partícipes de la recuperación a compradores de la clase media?

¿Supondría ese 6% de ahorro un incentivo necesario y tal vez suficiente para que el sector empezara a normalizarse verdaderamente y crease empleo a su vez para que poco a poco se volviese a reconstruir la clase media en España?

Lo que sí es seguro es que sería la forma más inmediata de reducir una parte de ese 16% que recientemente alertaba The Economist que los precios de la vivienda estaban aún sobrevalorados teniendo en cuenta los ingresos netos de los ciudadanos españoles.

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